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07 diciembre 2018
Te doy la bienvenida a mi Blog.
En este espacio compartiré todos aquellos conocimientos e información sobre Ciencia y Metodología indagatoria, ya sean noticias, vídeos, investigaciones de otras fuentes, entre otros. Espero que disfrutes de alguna de las cosas que suba a la web.
¡Gracias!
El modelo indagatorio para la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias, busca aprendizajes significativos en el desarrollo cognitivo del estudiantado, facilitar la adquisición y el desarrollo por parte de los estudiantes, habilidades y destrezas que provengan del mundo de las ciencias pero que pueden ser aplicadas al quehacer cotidiano.
Con el modelo de la indagación los alumnos aprenden no sólo los contenidos sino, además, los procesos que permiten aceptarlos como correctos y verdaderos.
Esta metodología se basa en que, para lograr aprendizajes realmente significativos y duraderos en los estudiantes, éstos deben, entre otras cosas: Interactuar con problemas concretos, Los problemas deben ser significativos e interesantes para los estudiantes, Ser capaces de hacer sus propios descubrimientos.
La metodología indagatoria consta de 4 etapas: Focalización, exploración, reflexión (comparación o contraste) y Aplicación.
Así, la indagación como metodología de aprendizaje nos permite ayudar a todos sus estudiantes a entender la Ciencia no como un conjunto de conocimientos abstractos sino como el propósito humano de adquirir conocimiento y destrezas mentales importantes en la vida cotidiana.
Este tipo de metodología, como su nombre lo indica, tiene su foco en la indagación, entendiendo por esto, la fuente de todo conocimiento nuevo. Desarrollar la capacidad de indagar es de fundamental importancia para la formación de quienes dedicaran su vida a explicar los misterios de la naturaleza, tras acceder a ellos mediante los lenguajes y paradigmas de las ciencias, la matemática, las humanidades y las artes. Pero la indagación no sólo es terreno de los eruditos; es también lo que la gente común hace para aprender y para agregar sentido a su vida. En todos los campos en que se utiliza la indagación, es la curiosidad la fuerza impulsora que desarrolla la pasión por explorar y comprender (Martinello y Cook, 2000).
En esta primera etapa los niños y jóvenes exploran y explicitan sus ideas respecto a la temática, problema o pregunta a investigar. Estas ideas previas son el punto de partida para la posterior experimentación. Es necesario en esta etapa iniciar la actividad con una o más preguntas motivadoras, que permitan al docente recoger las ideas previas de los estudiantes acerca del tema en cuestión. Es fundamental para el éxito del proceso de aprendizaje que los alumnos puedan contrastar sus ideas previas con los resultados de la exploración que sigue.
Etapa de exploración:
Esta etapa se inicia con la discusión y realización de una experiencia cuidadosamente elegida, que ponga a prueba las ideas previas de los estudiantes en torno al tema o fenómeno en cuestión. Lo importante es que ellos puedan comprobar si sus ideas se ajustan a lo que ocurre en la realidad o no. Es muy importante propiciar la generación de procedimientos propios por parte de los estudiantes, es decir, que sean los propios estudiantes, apoyados por el docente, los que diseñen procedimientos para probar sus hipótesis. Al igual que en el trabajo de los científicos es fundamental el registro de todas las observaciones realizadas.
Etapa de reflexión, comparación o contraste:
En esta etapa, y luego de realizada la experiencia, se confrontan las predicciones realizadas con los resultados obtenidos. Es la etapa en que los estudiantes elaboran sus propias conclusiones respecto del problema analizado. Es aquí donde el docente puede introducir algunos conceptos adicionales, terminología asociada, etc. Es importante que los estudiantes registren con sus propias palabras los aprendizajes que ellos han obtenido de la experiencia, y luego compartan esos aprendizajes para establecer ciertos “acuerdos de clase” respecto del tema tratado. Así, los conceptos se construyen entre todos, partiendo desde los estudiantes, sin necesidad de ser impuestos por el docente previamente.
Etapa de aplicación:
El objetivo de este punto es poner al alumno ante nuevas situaciones que ayuden a afirmar el aprendizaje y asociarlo al acontecer cotidiano. Esta etapa permite al docente comprobar si los estudiantes han internalizado de manera efectiva ese aprendizaje. En esta etapa se pueden generar nuevas investigaciones, extensiones de la experiencia realizada, las que se pueden convertir en pequeños trabajos de investigación a los estudiantes, en los que ellos apliquen y transfieran lo aprendido a situaciones nuevas.